Aquellos don Juanes de ínsulas que fueron los conquistadores sentían con igual imperio el ansia de aventuras y la comezón de relatarlas. Las manos que empuñaban espadas o cruces eran también diestras en el manejo de la péñola, y, con llana prosa o sonoro verso, narraron sus asombros, amores y trabajos en el alumbramiento de América.
**LIBRO USADO. SOLO UNO (1) EN INVENTARIO**
Páginas: 164
Ediciones Mirador