Este cuento es narrado por la nieta, quien ve a su abuela como una “bruja”, ya que desde sus ojos de niña percibe magia en todo lo que ella hace en su vida cotidiana. En las páginas finales se incluyen dos recetas mencionadas en la historia. Las ilustraciones son hermosas y cautivadoras. Veo este libro como un homenaje a las abuelas puertorriqueñas. Mientras lo leía, revivía recuerdos de mi niñez junto a las mías. Les recomiendo adquirirlo.