Para los amantes del café

Por: Rosimar Cruz Vias | Libros787.com

Desde su llegada a la isla en 1736, el café boricua ha sido reconocido en muchos rincones del mundo, llevando un pedazo de la cultura e identidad puertorriqueña a los hogares de los amantes del café. 

A pesar de que el café fue introducido en ese año, no fue hasta mediados del siglo XIX que comenzó a expandirse gracias al interés que mostraba el mercado europeo en el grano de la isla.

Siendo en Coamo donde inició el cultivo del grano y con una variedad de tipos de café -uva, pergamino, pulido, entre otros- comenzaron a surgir, entre 1880-1969, fincas y haciendas de cultivo, principalmente, en el centro de la isla, donde más tarde comenzaron a trasladarse agricultores y personas con el interés de entrar en la industria cafetalera.

Introduciéndose como parte de nuestra identidad y cultura, el café puertorriqueño llegó a convertirse en el cuarto producto mayor exportado en América con una exportación récord de 586 mil quintales en el 1896.

Y, a pesar de haber atravesado obstáculos y tropiezos a través de los años, el café Boricua sigue siendo uno de los productos preferidos por los puertorriqueños y por todos los que, al visitar la isla, se llevan el sabor boricua en una taza.

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