Los que Mandan, regañan, castigan y exigen también pueden ser irrespetuosos. La falta de respeto del subalterno es la que siempre se penaliza, pero no es la única que se comete. Nos faltan el respeto las trasnacionales que contaminan nuestro ambiente. Las agencias de publicidad que ningunean nuestra inteligencia; los productores de televisión y los distribuidores de películas que banalizan nuestras horas de ocio; los partidos políticos que trivializan nuestras aspiraciones y nuestras ansiedades; los educadores farfulleros, los predicadores manipuladores; los vendedores inescrupulosos; el Navy en Vieques, y todos los villanos de nuestra cotidianidad.
Año: 2000 | Páginas: 144
Ediciones Huracán