El profesor se sentía protegido por el señor: Dios lo había librado de la policía, de los medios sensacionalistas de comunicación, de la cárcel. Estaba orgulloso de haber procedido como procedió. No le había temblado la mano a la hora de ajusticiar a los malvados. "No he venido a traer paz, sino espada", dijo Jesucristo cuando anduvo por el mundo. Y ese era el lema de los suyos.
No he venido a traer paz ofenderá a muchos y divertirá a otros, pero sobre todo, no dejara indiferente a nadie que sea consciente de los procesos sociales que en el país han entremezclado política y religión. A este junte potencialmente explosivo, el autor suma el asesinatos en serie. Con su característico humor incisivo, Ramos nos entrega una especie de parodia-thriller en la que sabemos de antemano quién o quiénes son los asesinos, mas no necesariamente, quién es la peor persona ni cuál será el peor de los países posibles.
Año: 2021
Editorial de la Universidad de Puerto Rico