Los Secretos de La Torre

👍🏼: 'Los secretos de la Torre' presenta una historia muy novedosa y entretenida. La trama de cuatro jóvenes metidos en problemas que se meten en más problemas cuando entran en otra dimensión es estupenda. Aquí se involucran íconos de la cultura puertorriqueña, como la Universidad de Puerto Rico y su Torre emblemática, el Museo de la iupi, el pintor Francisco Oller y el cuadro El Velorio. Los personajes son creíbles, en situaciones que, ya sea en el mundo real o en el espiral del tiempo o en una realidad alterna, mantienen la historia en movimiento e interesante. Las descripciones del barrio Bien Consejo, el puente Klumb, el interior de la Torre, etc. son un notable homenaje a estos lugares. La autora aprovecha la narración para proveer datos interesantes sobre historia de Puerto Rico, historia del arte y biografías.

👎🏼: A veces los diálogos, monólogos o narración no fluyen con naturaleza sino aparecen un tanto forzados o apresurados. A veces se ofrecen datos históricos o biograficos 'de forma gratuita', es decir, insertados sin ningún valor para el cuento. A veces se pierde, desvía o se rompe el arco narrativo y de los personajes. La secuencia de las escenas finales, al igual que el cambio del punto de vista narrativo, son sorprendentes e igualmente confusas.

La recomiendo por ser una novela juvenil innovadora, entretenida, educativa y atrevida.

Este libro llegó a mis manos en el mes de agosto. Comencé la lectura en Houston, continué en mi viaje a Nueva York y lo terminé recientemente en mi viaje a Puerto Rico. Como cubana fue maravilloso recorrer las calles de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico y de tantos otros lugares que se mencionan en la novela y que ahora cobran sentido. Es un libro tan puertorriqueño que termina siendo universal. Lloré, me reí y disfruté muchísimo leyendo, el único inconveniente es que me quedé con las ganas de seguir leyendo. ¡Espero la segunda parte!

El libro me gustó mucho. Me encantó lo de buscar las pistas en el cuadro, en décimo yo cogí una clase de historia de arte y estudiamos ese cuadro. Mis cosas favoritas fueron que en todos los personajes habia algo con lo que te identificabas y también la forma en que la autora añadió cosas históricas de Puerto Rico.

El recorrido por las amplias referencias al trasfondo cultural, político e histórico de nuestro país se entrelazan muy bien con el hilo conductor de la trama: la historia de cuatro mejores amigos del Barrio Buen Consejo, en Río Piedras, cuyas vidas dependen de su habilidad para sobrevivir a un siniestro juego que encierra el cuadro El Velorio de Francisco Oller (artista cuyo natalicio se conmemora este mes de junio). Dentro de la ficción, la autora crea una atmósfera paralela que vincula a personalidades de nuestra historia como, Ramón Emeterio Betances, Francisco Oller y Cestero, Pedro Albizu Campos y Antonia Martínez Lagares entre otros, dándole una mirada moderna a sus aportes, y un enfoque atrayente e impostergable para acercar a los lectores a la vida de estos puertorriqueños ilustres. Un tema que como socióloga Yarimar aborda en su novela, es el abandono de los padres y el efecto en la crianza de los hijos, haciendo referencia al trasfondo diverso de las realidades intrafamiliares de nuestros jóvenes. Dos de los cuatro personajes adolescentes que protagonizan esta novela no tenían su padre presente. De los cuatro personajes principales, Camila era la única que tenía ambos padres presentes en la crianza. Al igual que el hermano de Camila, fui diagnosticado con el trastorno de autismo a los tres años y he superado muchos retos a pesar de las dificultades que aun imperan en la sociedad a la hora aceptar a personas neurodivergente. Por eso, verme representado positivamente, desde la realidad de mi diagnóstico, me permitió identificarme con el mensaje de inclusión que está implícito en las páginas de esta novela. Nada te anticipa cuál es el secreto de La Torre y cuando lo descubres te quedas impactado y conmovido al mismo tiempo. Esta novela que, tal como indica su autora en la dedicatoria, “es una carta de amor a mi Alma Máter”, es una oda a la nostalgia de los días en que recorrimos los pasillos de la IUPI y sentíamos que nos comíamos al mundo y una lectura necesaria en los hogares de todos los puertorriqueños. Esperó que después de leer esta novela, los próximos estudiantes de la UPR, retomen la lucha estudiantil contra los intereses que nos quieren dejar sin educación pública, accesible y de calidad.

Alejandro Lladó Medina

Un libro interesante. Nos provoca a la reflexión con una trama bien desarrollada y creativa y divertida....escrito con pasión.