Después de publicados los libros cobran vida propia y dejan de pertenecer a los autores como los hijos que al hacerse adultos se van de casa. Pero queda un vacío, una nostalgia tan profunda que, pasado un tiempo, nos hace volver a aquellas páginas, ya con una distancia y una sorpresa casi imparcial. En una ocasión releí mis siete libros de cuentos uno detrás de otro, en el mismo orden en que fueron escritos y pensé en que si pudiera, sólo entregaría a edición dos o tres textos de cada uno. Así nació la idea de Estirpe de papel que no me gustaría considerar como antología personal sino como un libro más, a pesar de que sus cuentos fueron parte de otros libros míos. Seleccioné los textos que me parecieron mejor logrados tanto literariamente como por sus historias; historias de personas que buscan su esencia explorando el lado más oscuro de su ser, que luchan día a día contra la destrucción y la muerte, que sufren y aman y que, a pesar de todo el caos que les rodea, conservan la esperanza; personas sencillas, cotidianas, que pudiéramos encontrar en las calles, en cualquier esquina, en un bar o en nuestro propio dormitorio, devolviendo su imagen desde el espejo, personas como tú o como yo.
Año: 2013 | Páginas: 190
Ediciones Callejón
