Alexis teclea. Mira su computadora, pero sin mirarla.Su mente tiene grabada cada palabra. Cada letra es impresa en la pantalla por sus dedos. Pero el otro hemisferio de su cerebro, aquel que en estos momentos debía estar reposando, tramaba algo. Una fechoría maligna, malvada, maquiavélica. Alexis teclea. Y de pronto sus dedos se detienen.
Año: 2016 | Páginas: 72
Instituto de Cultura Puertorriqueña