Estamos ante una lectura caribeña de la novela más celebrada de García Márquez: Cien años de soledad. Con la utilidad de un manual o guía de lectura, que no descarta la ambición totalizadora, la erudición, la claridad y la pasión por la belleza, el libro se adentra en los mil y un hechizos de esta novela plural. Son múltiples las entradas con las que su autora intenta perforar el enigma de la novela emblemática de nuestras letras, pero el hilo conductor está claro: se trata de la lectura de un mito. La novela misma lo es, por ser un clásico cuyo poder de convocatoria es tan grande en Hispanoamérica como lo es el del Quijote en España. Pero, a la vez, Cien años de soledad oscila entre la novela moderna y el mito. Y éste le gana la partida a aquella, para regocijo del lector. Y es que el relato que cuenta la historia de los Buendía está imantado por lo que el mitógrafo más grande del siglo veinte, Lévi-Strauss, ha nombrado la pensée sauvage, que nutre los dos pilares de esta versión garciamarquina de lo real maravilloso: la poesía y el mito.
Año: 2011 | Páginas: 217
Ediciones Callejón