La mujer ha sido vista y tratada como inferior al hombre a lo largo del desarrollo de la cultura occidental. A menudo, ha sido ubicada en un segundo plano, lo que ha distorcionado y ensombrecido la relevancia de su actuación. A la mujer se le dificultó el acceso a las dos esferas del poder social: la política y la guerra. Sin embargo, esta realidad de la condición femenina no debe utilizarse para describir la vida de las mujeres según la tan mencionada fatalidad histórica. Este trabajo pretende alejarse de esa actitud, persigue entender mejor sus vidas y apreciar la aportación que han dejado al desarrollo de la sociedad.
Luscinia C.E.