"Hacíamos todo lo que podíamos para que fuesen excarcelados los nacionalistas, cuando salieron estaba en el clandestinaje y no podía siquiera acercarme a ellos. Pero cuando llegué a la cárcel de Leavenworth (Kansas), empiezo a apreciar los 29 años que Oscar Collazo estuvo preso, lo que es un puertorriqueño dedicar su vida a una lucha que para nosotros es justa y noble. Tuve la oportunidad de hablar con él por teléfono, en tres ocasiones, por una hora o una hora y pico. Las conversaciones fueron una cátedra. Tenía un profundo amor por nuestra puertorriqueñidad, pero también por la justicia y la libertad. La última vez que hablamos fue a raíz de la muerte de don Juan Antonio Corretjer, que fue para mí un día bien, bien duro. Me daba consejos."
- Oscar López Rivera
Año: 2010 | Páginas: 56
Ediciones Callejón