"Emprender no es para mi", eso decía; "yo no nací para emprender", afirmaba. Pero, ¿cómo yo podía boicotear lo que Dios ya había dicho de mí? ¿Cómo podía sabotear el llamado que ya me había hecho? Ahí comenzó mi lucha con el emprendimiento. Era una lucha entre mi lógica y creer por encima de lo que veía (fe). Sin embargo, descubrí que en mi camino al emprendimiento crecería y alcanzaría nuevos niveles tanto profesionales como espirituales. Emprender un sueño es de valientes, pero hay que moverse del sueño a la acción. El emprendimiento me ha sacado de lo seguro, de lo que doy por hecho y me ha movido a creer por encima de lo que veo.
Año: 2022 | Páginas: 151
Publicación Independiente