Una novela donde la poesía se mezcla con la tierra, el río y la pérdida.
En lo profundo de las montañas, donde solo se atreven a pasar el agua y el viento, ha desaparecido Jeremías, el hombre que destila el aguardiente de bejuco que mantiene con vida —o apenas en pie— a los habitantes de las veredas del río Nauyaca. Su ausencia deja un vacío inquietante, como si la naturaleza misma se hubiera replegado. Porque perdido está Jeremías, pero también el pueblo entero, que busca calmar su sed —real y espiritual— en medio de un paisaje tan hermoso como inhóspito.
La sed se va con el río es una obra atravesada por el fluir de la vida, la memoria y la naturaleza, escrita con una prosa tan precisa como onírica. Andrea Mejía entrelaza lo humano y lo remoto en una novela que es a la vez canto, búsqueda y desvelo. Sus imágenes, nacidas de la tierra y del sueño, laten con una verdad tan sutil como contundente.
Con esta novela, Mejía reafirma su lugar como una de las voces más singulares y luminosas de la literatura colombiana contemporánea. Una lectura para quienes buscan belleza, profundidad y una conexión íntima con el misterio del mundo natural.
Año: 2025 | Páginas: 176
Alfaguara