Todos los cuentos incluidos en este volumen, me enorgullece decir, son de origen puertorriqueño, aunque no me atrevería afirmar que lo son exclusivamente. Los cuentos de hadas, como nuestros bisabuelos y tatarabuelos, se confunden y casan unos con otros, en relaciones ilícitas ya indeferenciables bajo el polvorín del tiempo.
Año: 1989 | Páginas: 107
Ediciones Huracán