El apagón: De canción a una realidad en Puerto Rico
Ensayo por: Jeremy Rivera Torres | Instagram
Todos hemos escuchado la famosa canción de Bad Bunny “El apagón", que resalta el orgullo de ser puertorriqueño mientras hace una apreciación a la mujer puertorriqueña a través de sus líricas. A parte de la manera jocosa de la canción, lo que hace en el final del verso, a través de la voz de Gabriela Berlingeri, dice una realidad a la que todos los puertorriqueños nos enfrentamos en el presente:
Yo no me quiero ir de aquí,
No me quiero ir de aquí,
Esta es mi playa, este es mi sol,
Esta es mi tierra, esta soy yo.
La canción habla de un problema que lleva sucediendo en el archipiélago durante los últimos años. El desplazamiento de puertorriqueños y puertorriqueñas por parte de evasores contributivos que vienen a gozar de los beneficios que son otorgados por parte del gobierno para “invertir” en la isla. Dicho esto, la canción claramente repudia las acciones por parte del gobierno de Puerto Rico que a través de leyes, como la Ley 20/22, atraen a “inversionistas” para comprar propiedades en desuso a bajos precios. Tampoco pagan las contribuciones estatales haciendo de Puerto Rico un paraíso para vacacionar, pero también un paraíso fiscal.
La manera en la que Bad Bunny usa su plataforma artística para expresar oposición a las injusticias que pasan en la isla puede que no sean las más tradicionales como Roy Brown, Residente o Luis Díaz (Intifada), pero la manera en la que conecta sus mensajes con su audiencia es una directa y única. Muchas de sus piezas han traído a la mesa una variedad de discusiones como el machismo, la explotación laboral, crímenes de odio, como en el caso de Alexa, romper con la norma de género y cómo percibimos la masculinidad en nuestra vida cotidiana.
Las canciones de Benito expresan lo mágico que es ser puertorriqueño, pero, a través de esa misma expresión artística, habla de las dificultades que hay en simplemente existir en este bendito pedazo de tierra. Ser puertorriqueño no es una estética que nos podemos poner y quitar, es una experiencia muy dura y difícil, es pasar por un constante asedio con huracanes, apagones, feminicidios y corrupción institucional. Con todo y lo antes mencionado, a pesar de las dificultades que suceden en nuestra isla, tenemos la capacidad de exportar tanto talento artístico al mundo y darles un pequeño vistazo de nuestra cultura y como en realidad es vivir en Puerto Rico. No siempre hay sonrisas y fiestas, también hay lágrimas y protestas.
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