Coquí Cantarín nació una fresca mañana de primavera, en el centro de una bromelia de hojas verdes y rojas, donde Mamá Coquí había depositado un pequeño huevito. La bromelia, por su capacidad de retener agua, es el sitio preferido por todas las mamás anfibias para depositar sus huevos. En cuando abrió sus ojitos, demasiado grandes para su pequeño cuerpo, el coquí emitió un sonido agudo y rompió a cantar como para saludar al mundo en el que le había tocado nacer. - ¡Coquí, coquí!
Año: 2003 | Páginas: 30
Ediciones Huracán